Una vez más, nos hemos puesto en ruta para conocer otra parte de nuestro país para mí, bien entendido, desconocido. Es cierto que me gustaría hacer esos viajes estupendos que se ven en internet, en los foros y que la gente disfruta como enanos pero también es cierto que tenemos un país maravilloso y al que, creo, le dedicamos menos tiempo del que realmente se merece.
Estoy convencido que todo el mundo ha oído hablar de las Hurdes y de las Batuecas pero también estoy convencido de que son pocos los que se han adentrado por esas carreteras y han vivido y disfrutado en primera persona de las bellezas paisajísticas, ruteras y gastronómicas que tanto las Hurdes como las Batuecas ofrecen al viajero.
Como siempre, el tiempo es nuestro peor enemigo y no se puede hacer todo lo que te apetece y gusta. Este es un resumen de estos tres días de deambular por esas carreteras de Dios
Para empezar unas fotos de las rutas que hemos llevado en cada uno de los tres días.
Dia 1
Dia 2
Dia 3
Después de ver las tres rutas, vamos a ver lo que dieron de sí.........
Dia primero
Todo hacía presagiar que saldríamos sobre las 9.00 h pero un imprevisto nos hizo demorar la salida casi dos horas. Algún erudito de la informática se había colado en mi cuenta de Paypal y me colocó casi 500€ en videojuegos...... Afortunadamente, tanto la propia compañía a la que se realizó la compra como Paypal advirtieron que se trataba de una operación fraudulenta y todo ha vuelto a su cauce normal.
Salimos en dirección a nuestro primer objetivo que era El Barco de Avila. Tras una placentera ruta por la zona de Gredos incluído Hoyos del Espino (Concentración VCE Avila 2013) llegamos a Barco de Avila. Hicimos una visita al castillo -estaba cerrado- pero nos trajimos unas bellas fotos exteriores.
Una parada intermedia en la venta de la Rasquilla. De espaldas a la foto, el puerto del Pico; de frente, Avila y a la izquierda de la foto, el Parador de Gredos, Hoyos del Espino y nuestro destino: Barco de Avila.
Unas fotos del castillo
Nuestro siguiente destino era la subida a la Estación de Esquí de La Covatilla. Aunque luego se verá en el vídeo, ahí van un par de fotos.
Y llegamos a Miranda del Castañar. Menudo descubrimiento. No imaginaba encontrar un pueblo tan precioso. Desde mi punto de vista, más medieval que la Alberca, más atrayente..... en fin, esto va en gustos.
MIRANDA DEL CASTAÑAR
Como he dicho antes, Miranda es fantástico. Pasear al atardecer por su calles te traslada al zenit del medievo. Parece como si en cualquier momento apareciera "Águila Roja" por uno de sus rincones. Fotos.
Este es el hotel Condado de Miranda.
Descubrimos un pequeño bar en una plaza, se llamaba y se llama Antigua Cárcel Real. Tenían unos montaditos de pechuga de pollo aderezados con una salsa hecha por el Carcelero que estaban para chuparse los dedos y además atesora dentro un pequeño museo donde se pueden ver figuras como las de la foto. Merece la pena hacerle una pequeña visita.
Terminado el día, es hora de volver al hotel. Mañana nos espera una dura jornada "motera"
Día segundo
La mañana amanece fresca y despejada aunque se nos irá el santo al cielo y saldremos con casi dos horas de retraso sobre el horario que, en principio, teníamos pensado.
Un desayuno a base de café con leche, tostadas de pan con aceite y tomate fueron las delicias de la mañana. Una vez terminado, nos dirijimos al primer destino: La Peña de Francia. Tengo que decir que en esta ocasión y, por comparar, usé dos GPS´s. Un Tomtom y un Sygic, en el teléfono. En algunos sitios, sobre todo en lugares encajados entre montañas el Tomton se volvía medio loco, el Sygic loco entero. Hubo momentos, sobre todo, bajando el Portillo que perdimos señal, carretera y no sé cuántas cosas más, jejeje. Mi conclusión es que el Tomtom o similar es el bueno para viajes........ y aún así da problemas de vez en cuando.
Hacía tiempo que había subido a la Peña de Francia pero no recordaba lo bonitos que eran los paisajes tanto a la subida como una vez ya en el mirador. Es fantástico. Fotos.
LA PEÑA DE FRANCIA
Esto ya lo conocéis. Hacéis coincidir el puntero con el centro del círculo y podréis ver el pueblo que se indica. Hay que decir que había algún que otro indicador doblado. Y digo yo: qué daño hace eso para que el gracioso de turno lo doble.
Terminada la visita, iniciamos la bajada; tan bonita o más que la subida. La carretera, sin ser una delicia, no es mala pero como siempre digo: para qué quieres correr en este tipo de carretera si la gracia está en el paisaje?
Llegaremos a la Alberca sobre las dos de la tarde, cuando deberíamos haber pasado sobre las once treinta. Estas cosas pasan y no hay mal que por bien no venga. No comeremos una racioncita de jamón para comer, jejeje.
LA ALBERCA
A estas alturas de siglo no voy a descubrir la belleza de la Alberca, su tirón turístico como pocos y el encanto de sus calles y "moradores", si esos que la han hecho famosa. Tuvimos la suerte de compartir terraza con "uno de ellos". Fotos.
Como podéis ver, había gente por todos lados.
Aquí una prueba de lo que me refería como "moradores" y que no se enfade nadie que imagino que deben estar muy orgullosos de tener una cabaña porcina de tan buena calidad y famosa en el mundo entero.
Los niños disfrutaban de lo lindo enchándole de comer. Como podéis ver, en su oreja llevaba su DNI para que nadie se le confunda y lo lleve de inquilino.
Es es una de las curvas de bajada de el Portillo. Aquí es donde el Sygic se volvió loco de remate y el Tomtom, medio medio. En la foto de abajo podéis ver el perfil de la carretera. Le llaman el "pequeño Stelvio". Sólo tiene 11 "tornantis"
Después de recorrer tan maravillosa carretera nuestro siguiente objetivo era un río: el río Alagón.
EL MEANDRO DEL RÍO ALAGON
Desde la localidad de Ríomalo de Abajo parte una carretera de cemento que en su mitad se convierte en pista forestal y que lleva a uno de los más bonitos espectáculos que un río puede ofrecer: un meandro. Lástima que en esta ocasión llevará poca agua. Fotos:
Maravilloso espectáculo, sin duda.
El día avanza y aún queda mucho por recorrer. Volvemos sobre nuestros pasos para dirigirnos a nuestro siguiente destino: El castillo de Granadilla.
EL CASTILLO DE GRANADILLA
El Castillo de Granadilla está ubicado a orillas del pantano de Gabriel y Galan. En la actualidad el entorno se utiliza para campamentos de verano. El pueblo original está derruido y ahora se han construido una serie de casas muy acordes con el entorno que le dan un fantástico aspecto al conjunto. Fotos.
La moto a la sombra. Ufffff, qué calor hacía.
El interior del Castillo.
Este es el antiguo pueblo.
El calor arrecia y aún nos queda un último objetivo por visitar. Las ruinas del pueblo romano de Cáparra.
CÁPARRA
Cáparra fue una ciudad romana del siglo I que debíó, en gran parte, su auge a estar situada en el paso de todo lo que entraba y salía de Mérida. Lo más significativo y qu se conserva bastante bien es su arco. La entrada es gratuita y tiene un centro de interpretación donde te ponen un vídeo explicativo de lo que fue la vida y evolución de la ciudad y posteriormente se hace la visita a las ruinas. Fotos.
Día tercero
Como casi siempre, los días de regreso apenas tienen historia. Lo más relevante fue el paso por Guijuelo; ya sabéis por qué es famoso. Una carretera, que no tiene ningún misterio, pero que me gustó por donde está, es la N-110 desde Piedrahita hasta el desvío en Muñogalindo. No sé, tiene encanto ver ese extenso valle rodeado de montañas en la lejanía. Todo melancolía, jejejejeje. Fotos.
Esto ha sido todo. Os dejo también el pequeño vídeo que he hecho a modo de resúmen.
Saludos
Las Hurdes y las Batuecas from Pacolf on Vimeo.
Fantástico reportaje. Gracias.
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